Carta No. 7

Hoy lo entendí.
Por favor perdóneme.
Por favor perdóneme.

No estuve ahí.
Solo di apoyo económico, sí.
Intente que no le faltara nada material.
Me esforcé y aporte probablemente mas que nadie en ese sentido.
 Y de que diablos sirvió eso?

No estuve ahí, No estuve ahí,
No peine sus cabellos, no cuide su dignidad, no perfume su piel como seguramente le hubiese gustado, no la alimente, no sostuve su mano, no alegre sus días con música, con historias,  no cuide de usted.... No lo hice y se lo debía, se lo debo, se lo deberé siempre.

Perdóneme usted por favor, perdóneme, que no se si yo podre perdonarme algún día.
Me dejé atrapar por esta telaraña interminable de responsabilidades absurdas que solo ha conseguido robarme la alegría y el sentido de vivir. He corrido hasta desfallecer detrás de objetivos frívolos en los que ni siquiera creo y no estuve con usted por eso y me costara mucho vivir con esa culpa.

Hoy en medio de una crisis entiendo o quizás seria mas apropiado decir re-entiendo, confirmo, que la maldita "estabilidad económica" y el asqueroso dinero jamas serán mas valiosos que hacer sentir amadas, apoyadas y acompañadas a las personas que decimos amar, regalar sonrisas y abrazos siempre sera mejor que diez mil pólizas pagadas por adelantado para cubrir cualquier imprevisto.
Y no, no estoy diciendo que las personas se alimenten con amor, o se curen con abrazos, tampoco digo que las facturas de los hospitales se cubran solas o los medicamentos se compren con sonrisas, no soy así de ilusa.
Lo que me reprocho es dejar de vivir el presente en aras de "asegurar el futuro".... eso siempre sera un maldito error. Lamento no haber encontrado el punto de equilibrio.


Usted jamas me fallo. Estuvo conmigo y para mi siempre.
Yo si le falle. No estuve para usted y lo lamento muchísimo.

Perdóneme bolita, perdóneme usted que yo no puedo perdonarme.


... Ni siquiera me atrevo a escribirle que la quiero, aunque así sea, por que si no lo demostré entonces la frase se vuelve vacía y dolorosa...