miércoles, 30 de enero de 2019

Carta No. 9

La recuerdo enfriando mi comida cuando yo era una niña, pasando no se que bebida caliente de un vaso a otro para que el calor se disipara más rápido.
Recuerdo con nitidez como transcurrían los días cuando éramos niños y estábamos bajo su cuidado, era una vida serena, sencilla, libre y feliz! 
La recuerdo sosteniendo mi mano por debajo de la mesa ante uno de los feroces ataques de furia de mi madre.
La recuerdo acariciando mi cabello mientras yo estaba recostada con la cabeza sobre sus piernas llorando por no se que cosa... 
La recuerdo despertandome con un vaso de atole calentito en una fría mañana.
La recuerdo de mil formas, en lo cotidiano, siempre diciendo "te quiero" sin palabras, con cada pequeña acción.

No consigo comprender como jamás perdió la paciencia, fueron años bolita y no recuerdo un solo regaño, un solo grito, ni si quiera uno..... busco y busco en mis memorias y no puedo encontrar una sola ocasión en la que usted me haya herido, ni si quiera un poco, ningún gesto, ninguna palabra, nada! solo encuentro amor, miradas llenas de orgullo, historias preciosas y mimos como para llenar unos cuantos universos... solo eso encuentro, por montones, en cada etapa de mi vida, cuando estuvo muy cerca y cuando visitarle era mi escape favorito de este mundo que nunca he conseguido entender.

Tal vez con mis nietos yo también lo logre. Me encantaría llegar a ser para alguien el refugio seguro, la paz infinita y el abrazo incondicional que usted fue para mi.

No me pida que no llore como loca cuando su recuerdo se hace presente, no me pida que no me ahogue mientras escribo esto, no espere que ese hueco gigantesco que dejo en mi no duela, no pretenda que no me sienta rota, incompleta e impotente ante una ausencia como la suya... por que ya son muchos días sin verla, por que ya no esta y sí que duele, mucho!! Y cuando pienso en que no la veré nunca mas, al menos en esta historia, se  me encoge el alma y se me ensombrece el panorama.
Solo mis tres grandes anclas me sacan de este trance y hacen que la vida vuelva a valer la pena. 

Y he de confesar que aun sin certezas, también estoy algo preocupada por usted.
Donde anda?
Me han contado sobre un mas allá donde todo puede ser miel sobre hojuelas o donde todo puede ser violento y hostil, de verdad espero que este en el lado amable del camino.
Cuídese mi bonita!

Yo le dejo esta carta virtual y mi gratitud eterna... 
Ojala que al menos la energía cargada de amor detrás de este acto le llegue hasta donde este.
La quiero!
Mucho!

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